¿Por qué programar para trabajar con datos?
Llevo varios años trabajando con datos, tanto en el sector privado, como independiente y en el sector público, y hay algo que es una constante: siempre te van a pedir hacer cambios!
Ya sea porque los datos cambian/se actualizan, porque hay que modificar los cálculos, porque hay que generar nuevos productos, o porque hay que cambiar los resultados (textos, gráficos, tablas).
Por eso, para estos trabajos no basta con “hacer” el resultado de principio a fin (un reporte, etc.), porque cualquier cambio (en datos/cálculo/salidas) implicaría “re-hacer” el trabajo. Un cambio en los datos significa volver a hacer los gráficos, ponerlos en el informe, actualizar los textos, etc.
Con la programación aplicada al trabajo con datos, tú no “haces” los resultados del trabajo, sino que desarrollas un sistema que “haga” los resultados por ti.
En otras palabras, tu trabajo no es hacer el resultado, sino desarrollar las instrucciones (código) que produzcan el resultado que buscas, lo que te da la libertad de cambiar estas instrucciones para modificar el resultado.
Teniendo las instrucciones, un cambio en los datos solo significa volver a correr el proceso y obtener los resultados actualizados, o un cambio en los gráficos es solo cambiar las instrucciones que los crean, y volver a generar el reporte que los contiene.
La programación es una forma de optimizar tu trabajo al volverlo reutilizable: tu trabajo no se “gasta” al producir un resultado, no fue tiempo perdido, sino que queda disponible como herramientas para volver a aplicarlas las veces que sean necesarias, incluso por otras personas. Obviamente esto tiene beneficios secundarios como la reproducibilidad, la trazabilidad, la transparencia, el respaldo, la auditabilidad y más.
La programación es, entonces, una forma de trabajo que permite adaptarse a la posibilidad permanente de cambios y mejoras, y también una estrategia para acumular herramientas para el futuro.